Este artículo enuncia la premisa del deseo emancipado y transgresor de Walerian Borowczyk, presente tanto en sus filmes de animación como en sus otras películas de índole más erótico, y con frecuencia analizadas aparte. En ambas modalidades predominan un imaginario católico que reprime los deseos más libertinos del espectador. Un discurso ideológico, sacrílego y sexual, en el que además los recuerdos —aunque duelan mucho—, se hacen presentes y no se pueden olvidar, evocando la memoria colectiva de Maurice Halbwachs (2004 [1968]). Por ejemplo, el Holocausto visto como un proceso de industrialización, evidente en la animación Les jeux des anges (1964), así como también la disolución familiar y vouyeurismo en Le théâtre de monsieur et madame Kabal (1962). Borowczyk, un autor brillante, inclasificable y revolucionario, destaca por su ansia de libertad, su oposición a los valores tradicionales y por la reivindicación del deseo sin límites.