El presente texto analiza la serie Mofli, el último koala (1987) y la película Despertaferro, el grito del fuego (1990), dos producciones dirigidas a un público infantil y juvenil, que contaron con la labor en dirección de Jordi Amorós (Barcelona, 1945) dentro de la productora EQUIP. Ambas son propuestas que contaron con un metraje apreciable y con salida comercial. La producción de ambas se desarrolló en España, contando gracias a Amorós con una composición similar en el equipo, que incluía en el diseño de escenarios y personajes a relevantes historietistas del conocido como boom del cómic adulto. Entre ellos se encontraban Enrique Ventura, Adolfo Usero o Marika Vila. Las diferencias de planteamiento entre las dos producciones muestran la adaptación de EQUIP a proyectos diversos. Además, el éxito de Mofli, el último koala pudo condicionar el abordaje de Despertaferro, el grito del fuego, tanto en lo que respecta a la ambición económica como en lo relativo a los aspectos técnicos, en los que Amorós se sintió más libre para experimentar.