La fenomenología ha enriquecido los estudios fílmicos a través de los trabajos de Christian Metz, Gilles Deleuze y Vivian Sobchack, entre otros, pero su metodología descriptiva también puede contribuir a la investigación de la animación. En este texto analizamos fenomenológicamente la experiencia de ver una narración animada para sacar a la luz la estructura y dinámicas a priori en las que cobra sentido. Mostramos cómo la actitud particular del sujeto que permite su inmersión en el mundo narrativo animado presupone una dimensión intersubjetiva, que articula su proceso de crecimiento personal con prácticas culturales orientadas por expectativas de encuentro y reconocimiento propias de la comunicación contemporánea. Esta descripción fenomenológica permite comprender el valor que ese público encuentra en las narraciones animadas. Asimismo, expone los presupuestos que fundamentan las disciplinas que estudian la animación desde sus marcos teóricos y metodologías propios, ofreciendo así orientaciones para sistematizar y fortalecer su investigación interdisciplinaria.