A pesar de la popularidad del anime, existe todavía hoy un conocimiento limitado sobre las particularidades de su modelo de producción y de las herramientas utilizadas durante el meticuloso proceso de creación, en el que se combina eficazmente las técnicas tradicionales de dibujo y pintura con las herramientas digitales. Una de las causas posibles de este desconocimiento sobre el proceso de elaboración de los anime, aparte de las estrictas normas de confidencialidad de cualquier estudio de animación, es la dificultad en encontrar material original que muestre detalladamente cómo se crea una animación en Japón y qué herramientas utilizan para dar vida a esos personajes de ojos saltones y cabello puntiagudo que nos han fascinado durante tantos años —y que aún siguen haciéndolo. En este artículo, Antonio Horno, reconocido divulgador de la cultura anime en España y autor del libro El lenguaje del anime. Del papel a la pantalla (Diábolo, 2017), nos mostrará las distintas etapas que componen este proceso creativo y algunos de los programas de ordenador más utilizados en los estudios japoneses, destacando aquellas particularidades que, independientemente del factor artístico o de estilo, llegan a establecer la seña de identidad del anime actual.