La animación se ha hecho eco de la importancia que la salud mental ha adquirido recientemente en la sociedad. Identificar las emociones propias e interpretarlas para saber cómo desarrollar habilidades, tomar decisiones y, en definitiva, conocerse individualmente, suponen uno de los principales retos a los que se enfrenta el sujeto contemporáneo. Este artículo explora, desde una perspectiva de género, el tratamiento de la inteligencia emocional en la ficción surcoreana a través de la serie Yumi’s Cells (2021-2022), que combina imagen real y animación. Mediante un análisis textual, se confirma que la representación de los personajes animados sirve como una herramienta pedagógica para que la audiencia aprenda a detectar las emociones cotidianas, particularmente en un contexto como el de la sociedad surcoreana que adolece de determinados recursos psicológicos, pues la extroversión de las emociones es considerada un tabú social.