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Editorial 2015: Animación, punto de encuentro


María Lorenzo Hernández


Universitat Politècnica de València

La animación es un medio híbrido, siempre a medio camino de otros mundos: propiamente madre del cine, durante mucho tiempo, y quizá todavía, se ha descuidado su estudio por ser considerada un mero subgénero del lenguaje cinematográfico. Claramente perteneciente a las artes —la pintura, la escultura, la ilustración— las escuelas de Bellas Artes han tardado en hacerla suya, compartiendo este estigma con la narrativa secuencial —el cómic— y otras artes aplicadas. En consecuencia: la animación es el medio de la definición siempre pendiente, siempre por determinar, lo que no deja de tener relación con la base tecnológica, en perpetua evolución, de esta manifestación artística.

Sin embargo, en esa permeabilidad extrema del medio, en su multiplicidad de lenguajes y su facilidad para vehicular todo tipo de ideas, es donde se adivina una de las capacidades más potentes de la animación: la de sugerir todo tipo de mezcolanzas y utopías, en las que el límite, como apunta el protagonista del último “blockbuster” de Disney, solo lo pone la imaginación. Y esa heterogeneidad estética y conceptual no obedece sino al sincretismo creciente de nuestra sociedad, la “aldea global” —o, dicho con un término más enrevesado—, la “glocalización” que compartimos. Solo aportaré dos ejemplos recientes, y uno de ellos quizá ya lo tienen en mente: la forja de “San Fransokyo”, la deslumbrante metrópolis donde tiene lugar la mencionada Big Hero 6 (Don Hall, Chris Williams, 2014), donde el mestizaje no es solo racial, sino también cultural, alcanzando a los habitantes, reinventando sus edificios emblemáticos, y sobre todo, fusionando los modos narrativos más populares de Occidente y de Oriente.

El segundo ejemplo, más controvertido, procede de la página web In media res. A media commons project,[1] un foro donde publicaron en la primera semana de enero sobre cinco temas de debate relativos a la conocida serie de animación Hora de aventuras (Adventure Time, Pendleton Ward, 2010-actualidad), que permitían relacionar esta estimulante pieza de la cultura popular con lo que, podríamos llamar, “alta cultura”, resaltando sus evocaciones a la filosofía —destacando la web el existencialismo de Camus, el estructuralismo de Foucault, y la alienación brechtiana—, así como a la crítica política, y la búsqueda de la identidad. La animación es pues, un inestimable caldo de cultivo para elaborar ideas tan inesperadas como subversivas, porque nadie puede poner puertas al mar.

El presente número de CAA, Animación: punto de encuentro, se asomará a la amalgama cultural y expresiva que se desprende de un elevado número de producciones actuales, destacando los inesperados diálogos entre lo real —en un sentido amplio— y lo imaginario, la consolidación de géneros heterogéneos como el documental animado, así como el intercambio entre formas de expresión e iconografías de diferentes latitudes. Resaltaré, a vuelapluma y sin ningún orden en concreto, el diálogo entre las escritoras Laura Montero y Ana María Pérez Guerrero, que nos hablarán de las relaciones entre dos titanes de la animación mundial: Pixar y el ya clausurado Studio Ghibli. También miraremos al Lejano Oriente de la mano de Carmen Seva y Alba G. Torrents, mediante sus respectivos artículos de investigación que ahondan en la animación televisiva nipona y en los géneros del manganime. Marcelo Dematei y Laura Piaggio nos hablarán de su premiada serie de testimonios animados Cuentos de viejos (2006-actualidad), demostrándonos, como también Bruno Hachero y Carlos Gómez Gurpegui —en sus respectivos  análisis de Vals con Bashir (Vals im Bashir, Ari Folman, 2008) y del cine del realizador surcoreano Sang-ho Yeon—, que la animación ofrece modos de poder asomarnos sin miedo a la realidad más cruda. Atenderemos a las filmografías del francés Jean-Françoise Laguionie y del británico Jonathan Hodgson —de mano de José Havel y de Beatriz Herraiz—, caracterizadas por la búsqueda de nuevos lenguajes y la combinación de lo real con la fantasía; pero también conoceremos un estudio nuevo, el valenciano Silly Walks —entrevistados por Rafael Andrés y Ajo Valls—, y el ímpetu de una joven serie, El asombroso mundo de Gumball (The Amazing World of Gumball, Ben Bocquelet, Mic Graves, 2011-actualidad), paradigma de una explosiva mezcla de técnicas, procedimientos y lenguajes en un “show” televisivo de éxito internacional, a través de la mirada de dos de sus colaboradores españoles: Eva Figueroa y Juan Pedro Arroyo.

En este menú de degustación no puede faltar la mirada a las producciones independientes, como el delicioso cortometraje Amore d’inverno, de Isabel Herguera (2015), revisado por Susana García Rams, o el largometraje de stop-motion Pos eso, de Sam (2014), glosado por Nieves Herranz, que comenzarán este año su andadura comercial. Gerben Schermer, el director del HAFF – Holland Animation Film Festival, contará a nuestra compañera Sara Álvarez las peculiaridades de un espacio expositivo donde llevan 30 años dando cabida a las más diversas y desafiantes formas de hacer en la animación contemporánea; Manuel Ferri nos desgranará las sorpresas que pudimos encontrar en El mundo perdido de Jiří Barta, la exposición dedicada al mítico animador checo que se celebró en 2014 en nuestra Facultad de Bellas Artes de Valencia. Y la mexicana Tania De León Yong, de la UNAM, nos hablará de la teorización de la animación y la práctica del dibujo. Todos ellos nos han ayudado a conformar el que es, sin lugar a dudas, el número de CAA más transnacional de todos los aparecidos hasta la fecha.

A pesar de las dificultades que sigue atravesando —evidentemente— el sector del cine y de la animación en nuestro país, merece la pena destacar aquí dos eventos importantes, a nivel mundial, que proporcionarán un merecido reconocimiento: la decisión del Festival International du Film d’Animation de Annecy (Francia), que ha seleccionado a España como país invitado —por primera vez en sus más de 50 años de historia—, y la coincidencia del también afamado festival de animación de Stuttgart (Alemania) en hacer lo propio, lo que esperamos que sirva de acicate para una reactivación comercial y de distribución.

Por nuestra parte, este 5º año de edición de la revista coincide con el 5º aniversario de otra de las iniciativas más ambiciosas que hemos encabezado desde el Grupo de Animación: Arte e Industria: la celebración del Máster de Animación de la Universitat Politécnica de València, que ha crecido como un sólido programa de formación bianual, que permite una amplia especialización en dirección y concepto para animación, animación de personajes, y animación 3D, incluyendo como profesores a un alto número de destacados profesionales en activo en cada sector.

También nos complace comunicar que el programa Prime the Animation!, cuya primera edición nos reseñaba Jesús Busto Algarín en el pasado número de 2014, se ha consolidado como un “showcase” europeo de alto nivel, que recoge los filmes de Graduación de estudiantes de animación de varias escuelas. Desde el Grupo de Animación: Arte e Industria ya estamos trabajando en su tercera entrega —2015—, haciendo hincapié en su difusión, que contará con visibilidad en eventos internacionales tan importantes como el Stuttgart Festival of Animated Film.

Una vez más, agradecemos enormemente el trabajo de los colaboradores que nos envían sus textos, así como el de los miembros del Comité Científico y del Comité Asesor de la revista que efectúan sus revisiones, sin olvidarnos del apoyo recibido del Departamento de Dibujo de la Universitat Politècnica de València, indispensables para que este nuevo número vea la luz.

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Notas

[1] http://mediacommons.futureofthebook.org/imr/2015/01/09/ancient-psychic-tandem-war-elephant-adventure-time-and-existentialism [acceso: enero, 2015].

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